Archive for the ‘heraldos del evangelio’ Category
¿Conoces la hermandad de Paraguay de los Heraldos del Evangelio?
jueves, 13 de septiembre de 2018
DIECISÉIS AÑOS DE FIDELIDAD A LA SANTA SEDE – Vínculo de unidad y confianza
jueves, 6 de julio de 2017Por Hna. Carmela Werner Ferreira, EP
La fidelidad a la Santa Iglesia ha hecho de los Heraldos del Evangelio una institución en pleno desarrollo en el mundo entero.
Escogido para proclamar la Buena Nueva entre los gentiles, el apóstol Pablo fue preparado de manera directa por la Providencia para el cumplimiento de una alta misión.
A su adhesión incondicional a Cristo con la gracia de la conversión le siguió un período de intensa convivencia con Él, que duró tres años (cf. Gál 1, 16-18), a lo largo de los cuales asimiló con ventaja sobre los otros Doce las enseñanzas, el espíritu y la doctrina de Jesús, a fin de realizar luego obras más grandes que las de ellos (cf. 1 Cor 15, 10).
Esta elección gratuita hizo de San Pablo un varón apto para el buen combate, constituido en autoridad para evangelizar por todo el mundo. Y porque Dios actuaba en él con gran poder, la gracia lo llevó a lanzarse con intrepidez a predicar la Palabra hasta el punto de decir: “¡ay de mí si no anuncio el Evangelio!” (1 Cor 9, 16).
Sin embargo, aunque continuamente le acompañaran luces sobrenaturales, ofreciéndole todos los medios para la fecundidad de sus obras, la presencia activa del Apóstol en la comunidad eclesial no lo eximió de un importante gesto de sumisión, la obediencia a Pedro, jefe de la Santa Iglesia: “Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas, y permanecí quince días con él” (Gál 1, 18).
Sabemos que este encuentro precedió a la intensa, ardorosa e incesante acción misionera paulina, la cual siempre estaría unida a la persona y a las orientaciones del Sumo Pontífice. Y así el Apóstol, cuya conducta aún hoy en día inspira a los hombres justos, se convirtió en paradigma para los que reciben algún carisma del Espíritu Santo y deben unirse a la autoridad legítima, la cual es constituida y sustentada por el propio Dios (cf. Rom 13, 1).
“Sed mensajeros del Evangelio”
Cuando una nueva institución nace en la Santa Iglesia a partir de las gracias concedidas al fundador, éste debe presentarse a los sucesores de los Apóstoles para que lo confirmen en su misión. El hecho de ponerse bajo la égida de los pastores siempre supone un indicio de la autenticidad del carisma, pues el espíritu de comunión eclesial es una constante en las obras suscitadas por el Espíritu Santo.
Con los Heraldos del Evangelio ese recorrido comenzó en 1998 cuando Mons. João Scognamiglio Clá Dias recibió la aprobación diocesana para su naciente obra, concedida por Mons. Emilio Pignoli, por entonces obispo de Campo Limpo (en la Región Metropolitana de São Paulo), Brasil. Favorecida por la Providencia, esa semilla no tardó en germinar y extender sus ramas, sobrepasando los límites diocesanos para alcanzar numerosos países. Ante la necesidad de abrazar a las diversas casas de los Heraldos bajo una misma realidad jurídica, la Santa Sede decidió erigirlos como Asociación Internacional de Fieles de Derecho Pontificio en una fecha muy simbólica: el 22 de febrero de 2001, fiesta de la Cátedra de Pedro.
La mañana del día 28 de ese mismo mes, San Juan Pablo II los acogía con palabras que aún hoy permanecen vivas en la memoria y en el corazón de cuantos tuvieron la alegría de escucharlo: “Sed mensajeros del Evangelio por la intercesión del Corazón Inmaculado de María”. (1)
Pero este primer aval pontifico no estuvo exento de un cuidadoso seguimiento por parte de los que lo concedieron. El sacerdote orionita Giovanni D’Ercole, en esa época capo ufficio de la Secretaría de Estado y actualmente obispo de Ascoli Piceno, Italia, recorrió varios países para conocer y acompañar de cerca el progreso de los Heraldos.
Atento análisis de Mons. Giovanni D’Ercole
De regreso a Roma, transmitió enseguida al fundador sus observaciones: “Le escribo estas líneas para confiarle algunos comentarios sobre mi visita a las casas de los Heraldos del Evangelio en las tres Américas. La perspectiva proporcionada por el transcurso de los días me ha venido dando la oportunidad de evaluar mejor algunos aspectos, sobre los que he tratado de profundizar. Uno de los objetivos de mi viaje era analizar muy de cerca las diversas realidades de los Heraldos del Evangelio a fin de darles consejo y orientaciones si fuera necesario. Por eso apliqué mi atención en todo con particular empeño. […]
“Ya tuve la oportunidad de decirle en São Paulo que hice diversas observaciones y procuré aconsejar con respecto a algunos asuntos, dejando unos pocos puntos para estudiarlos mejor en el futuro. […] También querría dejar registrado que encontré en usted, y en general en todos los encargados con los que hablé, ahí y en otros países, una excelente disposición para aceptar mis ponderaciones. A parte de eso, pude comprobar la vitalidad y la fuerza de expansión de su obra, la cual, en poco tiempo, se está extendiendo rápidamente por el mundo entero. Quiera Dios que continúe andando por ese camino y se multiplique hasta el punto de alcanzar todos los rincones del globo. […]
“Me agradó observar, durante los días que estuvimos juntos, la modestia con la que usted procede en todo, sin llamar nunca la atención sobre sí mismo. Y esto me llevó a concluir que esa es una de las fuentes de las cuales nacen las orientaciones prudentes y sabias para los Heraldos del Evangelio en todo el mundo”.(2)
En el surco fecundo y bimilenario de la Ciudad Eterna
Con el tiempo esas impresiones no sólo se confirmaron, sino que también condujeron a que las autoridades adoptaran actitudes concretas de reconocimiento de dicho carisma, como por ejemplo la concesión de una histórica iglesia de la vicaria romana: San Benedetto in Piscinula, erigida en el sitio donde San Benito, el patriarca del monacato occidental, se hospedó durante el período de su estancia en la urbe.
Sobre ese magnífico gesto, Mons. Adriano Paccanelli, maestro de ceremonias de la Basílica de Santa María la Mayor, adjunto de primera clase de la Secretaría de Estado, comentaba: “Por primera vez, la Iglesia de Roma, diócesis del Santo Padre, confía un lugar sagrado y la actividad pastoral que allí se desarrolla a una asociación privada de laicos. […] Por designio de la Divina Providencia, iluminados por la presencia materna de María Santísima, los Heraldos del Evangelio ahora forman parte integrante de la vida y de la historia de la Iglesia de Roma, insertándose en el surco fecundo del bimilenario camino de la Iglesia Católica que, en la Ciudad Eterna, Sede del Sucesor del Apóstol Pedro, encuentra su centro de unidad y de irradiación de la fe”.(3)
El texto del acuerdo firmado por el cardenal Camillo Ruini, en aquella época vicario general de Su Santidad para la diócesis de Roma, bien refleja ese vínculo de confianza: “La presencia de la asociación en San Benedetto in Piscinula constituye un enriquecmiento para la diócesis de Roma. Por lo tanto, el Ordinario dispone que la iglesia de San Benedetto in Piscinula esté pastoralmente vinculada a las actividades de la Asociación Heraldos del Evangelio, cuyos miembros expresan la propia identidad cristiana con su testimonio de vida, con la atención puesta especialmente en el apostolado y viviendo la propia consagración bautismal, por medio de María, según la espiritualidad de San Luis María Grignion de Montfort”.(4)
Maestro de ceremonias de cinco Papas
El trabajo personal en San Benedetto dio ocasión a que los Heraldos fueran acompañados muy de cerca por una figura de inestimable valía: su rector, Mons. Ángelo Di Pasquale. Este sacerdote, cuya vida fue empleada en servicios de alta categoría en la Secretaría de Estado, además del cargo de pontificio maestro de ceremonias durante cuarenta y dos años, le dio a la institución una orientación segura dictada por la voz de la experiencia, que sólo podía ser superada por unos pocos.
La cercanía con él hizo que los Heraldos se sintieran aún más vinculados a Roma, pues el hecho de que un auxiliar personal de Pío XII, Pablo VI, Juan XXIII, Juan Pablo I y Juan Pablo II siguiera con vivo interés el desarrollo de la asociación fue, sin duda, un eslabón con la más sólida de las tradiciones.
El contacto diario con los Heraldos de Roma y los diversos viajes de Mons. Di Pasquale a Brasil le proporcionaron que estableciera un vínculo de respetuoso afecto con el fundador de la institución, sobre el cual llegó a afirmar: “Vino un hombre enviado por Dios, llamado João, que trajo a la Iglesia y favoreció en la Iglesia el desarrollo del carisma que distingue a los Heraldos del Evangelio y a todos los que comparten su espiritualidad. Ya tuve ocasión de conocer dicho carisma de cerca, con su presencia en la iglesia de San Benedetto in Piscinula, de la que soy rector, y recientemente con mi visita a diversas casas de la rama masculina y femenina de Brasil y de España. Una espiritualidad verdaderamente propia, con su vida contemplativa, que no quiere decir no hacer nada, sino adorar al Señor, hablar con él y escucharlo; y que se manifiesta en el amor y la dedicación al prójimo. Y los Heraldos han tenido este gran desarrollo porque supieron unir la vida activa a la vida contemplativa, en la vida comunitaria que los hace sentir a todos hermanos y hermanas, hijos del mismo padre”.(5)
Florecen dos Sociedades de Vida Apostólica
Inagotable en sus dones, el Espíritu Santo hizo florecer en el seno de esta asociación laical vocaciones al sacerdocio, inspirando a decenas de sus miembros a consagrarse a ese ministerio para el servicio de la Iglesia. El crecimiento de la institución puso de manifiesto la necesidad de esa nueva rama: el elevado número de miembros y colaboradores no podía recibir ninguna asistencia sacramental por parte de los consagrados, con lo que daba lugar a una laguna de clérigos animados por ese carisma.
En una inolvidable ceremonia realizada el 15 de junio de 2005 en la basílica de Nuestra Señora del Carmen, de São Paulo, los quince primeros presbíteros heraldos recibían la unción sacerdotal de manos de Mons. Lucio Ángelo Renna, OCarm. Era el florecimiento de un frondoso árbol que hoy cuenta con 159 sacerdotes y 28 diáconos dedicados al servicio del altar y a la salvación de las almas. Las gracias concedidas desde entonces por la Providencia y el ingreso de gran número de vocaciones no tardaron en llamar la atención de Su Santidad Benedicto XVI. En Luz del mundo, libro-entrevista publicado en coautoría con Peter Seewald, declara: “Se ve que el cristianismo, en este momento, también está desenvolviendo una creatividad totalmente nueva. Por ejemplo, en Brasil se registra, por un lado, un fuerte crecimiento de las sectas, a menudo muy equivocadas, porque prometen esencialmente riqueza y éxito exterior; por otro lado, también hay nuevas eclosiones católicas, un dinámico florecimiento de nuevos movimientos como, por ejemplo, los Heraldos del Evangelio, jóvenes llenos de entusiasmo que han reconocido en Cristo al Hijo de Dios, y se sienten deseosos de anunciarlo al mundo”.(6)
En las jóvenes comunidades se han vuelto cada vez más vivas esas disposiciones, surgiendo entre sus miembros el deseo de una entrega completa, regulada por la práctica de los consejos evangélicos. Para ello se hacía necesario un nuevo marco jurídico, ya que la estructura vigente, concebida para laicos, estaba ampliamente superada. Nacía así la Sociedad Clerical de Vida Apostólica Virgo Flos Carmeli, a partir de la rama sacerdotal de los Heraldos, seguida por la Sociedad de Vida Apostólica Regina Virginum, constituida a su vez por los elementos más dinámicos de la rama femenina. Ambas sociedades obtuvieron el reconocimiento definitivo por parte de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica el 3 de febrero de 2010, bajo los auspicios del cardenal prefecto, Mons. Franc Rodé. Convencido de estar colaborando con una obra providencial, declaraba el día de la entrega de los decretos: “Por lo que me ha sido dado hacer por los Heraldos del Evangelio, puedo decir que no ha sido en vano mi paso por este dicasterio”.(7)
Despertando esperanza en la protección divina
Triplemente unida a Roma por los vínculos de la obediencia, la familia espiritual de los Heraldos del Evangelio estaba lista para enfrentar una realidad angustiante: la pérdida progresiva de católicos en la totalidad de los países donde actuaban, seguida del desaliento de los que permanecían fieles, ante la ola de secularización que parece arrastrarlo todo detrás de sí.
¿Cómo lidiar con esta coyuntura? Un problema que envuelve a la fe sólo puede ser resuelto con base en la misma fe. Las situaciones más desoladoras serían reversibles siempre que se mostrara al mundo, sin la menor concesión a su espíritu, la gloria de la Iglesia una, santa, católica, apostólica y romana, el esplendor de su culto, la perfección de su doctrina, así como la eficacia de sus sacramentos, la santidad de sus leyes y el poder de su amparo a los bautizados, desde la admisión en el número de los cristianos hasta el último aliento, preparándolos como madre providente para el encuentro definitivo con el Padre.
Cerrar los ojos a la gravedad de ese panorama o a la probabilidad de éxito de ese método sería dejar de percibir el problema en toda su extensión. El cardenal Franc Rodé expresó ambos lados de la cuestión al afirmar: “Debo decir que, con tantas lamentaciones oídas aquí y allá, con tanto pesimismo como el que encontramos en algunas partes de la Iglesia, no nos damos cuenta de una cosa, somos incapaces de verla: las enormes energías que están presentes, pero escondidas, en la Iglesia. El P. João supo ver esas energías, supo descubrirlas, y ahí están ustedes”.(8)
Surgieron así las iniciativas que levantaron multitudes, movidas sin duda por una alegre, sincera y confiada esperanza en la protección divina, que para muchos estaba perdida o nunca había existido. Citemos solamente un testimonio autorizado, el del cardenal Raymundo Damasceno Assis, arzobispo emérito de Aparecida, sobre el Apostolado del Oratorio María Reina de los Corazones, pronunciado ante miles de asistentes reunidos en el Santuario Nacional: “El apostolado de promover la devoción a la Virgen es siempre muy bienvenido, porque por medio de María llegamos a Jesús: Ad Iesum per Mariam (a Jesús por María). Así que nuestra Madre celestial desea que nos volvamos, cada uno de nosotros, hijos e hijas de Dios cada vez más perfectos, discípulos y misioneros de su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo”.(9)
La primera necesidad de nuestro tiempo
Aunque la esperanza que este cuadro ofrece sea grande, cumple que reconozcamos que los días de generalizado abandono de la fe se prolongan, sumados a un agresivo rechazo de la sociedad a las enseñanzas de la Santa Iglesia Católica, la Esposa Mística de Cristo. Este hecho no podía dejar de atraer sobre la humanidad pecadora la mirada severa de Dios, con todas las consecuencias que la Virgen había anunciado en Cova da Iria.
En la homilía pronunciada en el Santuario de Fátima el cardenal Giovanni Battista Re sintetizó la encrucijada que atraviesa el mundo actual, dentro y fuera de la esfera eclesiástica: “Del desorden y de los problemas que se crearon bajo el cielo, en este nuestro tiempo, únicamente será posible salir si la humanidad levanta de nuevo los ojos hacia el Cielo. Por eso la primera necesidad de nuestro tiempo es devolver a Dios las conciencias de los hombres y reabrirles el acceso a Dios”.(10)
La lucidez de estas palabras nos dispensa comentarios, pero induce, por otro lado, a sacar conclusiones: los que, como los Apóstoles, procuran difundir la Buena Nueva han de ser incomprendidos por el mundo e incluso perseguidos por él. La fidelidad a la doctrina de la Iglesia, aliada a la observancia minuciosa de las orientaciones recibidas por la sagrada jerarquía ha hecho de los Heraldos del Evangelio una institución en pleno desarrollo en el mundo entero. Sin retroceder en el camino hasta ahora andado, nos ponemos a los pies de María para oír las palabras que el Hijo reclinado en sus brazos nos dirige, como otrora a los Apóstoles: “En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33).
1 SAN JUAN PABLO II. Audiencia general, 28/2/2001.
2 D’ERCOLE, FDP, Giovanni. Carta del 27/11/2001. In: Arautos do Evangelho. São Paulo. Año I. N.º 2 (Fe-brero, 2002); pp. 30-32.
3 PACCANELLI, Adriano. La Diócesis de Roma confía la Iglesia de San Benedetto in Piscinula a los Heraldos del Evangelio. In: Arautos do Evangelho. São Paulo. Año II. N.º 19 (Julio, 2003); p. 16.
4 Ídem, ibídem.
5 HERNÁNDEZ, José Francisco. Maestro de ceremonias de cinco Papas. Entrevista a Mons. Ángelo Di Pasquale. In: Arautos do Evangelho. São Paulo. Año IV. N.º 44 (Agosto, 2005); p. 13.
6 BENEDICTO XVI. Luce del mondo. Il Papa, la Chiesa e i segni dei tempi. Città del Vaticano: LEV, 2010, pp. 89-90.
7 APROBACIÓN DEFINITIVA DE LAS CONSTITUCIONES. In: Arautos do Evangelho. São Paulo. Año IX. N.º 100 (Abril, 2010); p. 10.
8 FRANC, CM, Rodé. Homilía. Mairiporã, 10/5/2007.
9 8.ª PEREGRINACIÓN A APARECIDA. In: Arautos do Evangelho. São Paulo. Año XV. N.º 178 (Octubre, 2016); p. 26.
10 RE, Giovanni Battista. Un desequilibrio que puede llevar a horribles catástrofes. In: Arautos do Evangelho. São Paulo. Año XIV. N.º 168 (Diciembre, 2015); p. 39.
Fuente: Revista «Heraldos del Evangelio», No. 168, Julio 2017; pags. 35-39
Nuevos cooperadores de los Heraldos del Evangelio en Madrid
lunes, 3 de julio de 2017El pasado 24 de junio fueron recibidos solemnemente 17 nuevos cooperadores.
El acto se inició con una exposición del Santísimo Sacramento seguida de Santa Misa en la capilla de la casa de los Heraldos en Camarenilla (Toledo), celebrada por el Presidente de los Heraldos en España, D. Pedro Paulo de Figueiredo, E.P. y concelebrada por D. José Francisco Hernández Medina, E.P., encargado del apostolado con la Orden III. Los nuevos cooperadores hicieron la consagración como esclavos de amor de la Santísima Virgen, según el método de San Luis María Grignion de Montfort y firmaron sus compromisos de cooperadores.
Después de la homilía, pronunciada por D. Pedro Paulo, se hizo la bendición e imposición de las capas, en un clima de gran emoción y alegría.
El acto se concluyó con un ágape fraterno.
Si desea más información sobre los cooperadores Heraldos, puede consultar aquí
¿Quiénes son los Heraldos del Evangelio?
miércoles, 28 de junio de 2017La persecución a la institución católica se basó en un fraude periodístico
sábado, 24 de junio de 2017Viernes, 06/23/2017, Gaudium Press Un artículo titulado «La persecución a la institución católica se basó en un fraude periodístico» , publicado esta semana en la web «Expresso Ceará» explica el gran error cometido por muchos medios de la gran prensa que desde la semana pasada, están difundiendo informaciones falsas y mal apuradas sobre la Asociación Católica Heraldos del Evangelio.
De acuerdo con el reportaje, el diario «O Globo» publicó una nota indicando que «la institución tiene sacerdotes exorcistas que son satanistas«. A continuación, la «Folha de São Paulo» informó que «miembros de la institución querían la muerte del Papa y que hicieron un pacto con el diablo.» No fue necesario esperar mucho tiempo para que la noticia se propagara a través de Internet en webs y blogs de todo tipo. «Noticias mal fabricadas», «no comprometidas con la verdad» y «fraudulentas» terminan por calumniar una entidad que está presente en 78 países y cuenta con unos 200 sacerdotes.
«No se puede negar que los titulares estimulan la curiosidad del lector, pero basta pensar un poco (muy poco de hecho) para darse cuenta de que los datos son incongruentes en su esencia«, dice el sitio. Luego da un ejemplo: «sería como liberar una historia titulada: ‘constructor de casas quiere que la gente se vaya a vivir a la calle y que no compren más viviendas’. ¡Así de surrealista!»
El artículo señala uno de los principales fracasos de los periodistas que se pusieron de acuerdo para divulgar esa noticia: la falta de comprobación. «Es el deber de todo periodista investigar y comprobar los hechos antes de publicar. La comprobación está asociada a la verificación de los hechos, y eso es lo que diferencia los periodistas de todos los demás profesionales involucrados en la preparación de un periódico«, explica.
Según la investigación del site «Expresso Ceará», los Heraldos del Evangelio no fueron buscados por los periodistas que lanzaron esas noticias. En otras palabras, nadie trató de escuchar al otro lado. Además, «estas falsas noticias dicen que se ha montado una comisión del Vaticano para investigar a los Heraldos», sin embargo, la Santa Sede no hizo ningún comentario sobre el caso.
Para el articulista, la única explicación para esta fuerte difusión de noticias «es el deseo de calumniar y crear una imagen muy negativa de la entidad, que no por casualidad es una institución católica.»
«La forma y el contenido de la noticia apunta a una práctica ya conocida en los medios periodísticos: el ‘rec’, es decir, cuando la materia es ‘recomendada’ por la alta dirección de la empresa o sirve a los intereses de personas o entidades asociadas a ellos», concluye el informe. (EPC)
Contenido publicado en gaudiumpress.org, enlace http://www.gaudiumpress.org/content/88119#ixzz4kvbkwJJJ
Permitido su publicación siempre que se mencione la fuente.
18 de junio de 2017: Corpus en Madrid con los Heraldos del Evangelio
martes, 20 de junio de 2017Con el lema «Jesucristo está en medio de nosotros«, la diócesis de Madrid celebró el pasado domingo, 18 de junio, la solemnidad del Corpus Christi, Día de la Caridad.
Presididos por el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, los actos organizados dieron comienzo a las 12:00 horas con una solemne Eucaristía en la catedral de Santa María la Real de la Almudena. Durante la celebración, el nuevo director de Cáritas Diocesana de Madrid, Luis Hernández Vozmediano, tomó posesión de su cargo.
Al término de la ceremonia, y hasta las 17:30 horas, se expuso al Santísimo en el templo catedral. Y a las 19:00 horas, salió la tradicional y solemne procesión con el Santísimo por la calles de la ciudad.
Miles de fieles se unieron al Señor en su salida por el centro de Madrid, entre ellos muchos niños; de manera especial, los que habían recibido este año el sacramento de la Primera Comunión que, acompañados por sus padres y formadores, aportaron su testimonio de alegría e ilusión. También tuvieron una destacada participaron los Heraldos del Evangelio, que con la presencia de sus tres ramas, la masculina, femenina y los terciarios aportaron con sus respectivos hábitos, gran colorido a la procesión.
Carta del arzobispo
El arzobispo de Madrid ha dirigido una carta a las distintas realidades eclesiales de la diócesis, en la que recuerda que «la presencia del Señor en el Misterio de la Eucaristía, su presencia real en la misma, nos invita a vivir dos realidades que para nosotros son esenciales: 1º) hacer presente en las calles de nuestra ciudad a quien creemos firmemente que es el Camino, la Verdad y la Vida, por eso lo acompañamos por nuestras calles y 2º) a vivir las consecuencias que tiene nuestra adhesión a Jesucristo, su Amor a todos los hombres y de un modo especial a quienes más lo necesitan, celebrando el día de la Caridad».
El purpurado incide en que este «acompañamiento» visible del Señor por las calles «debe expresar lo más profundo de la vida interior de un discípulo de Cristo» y en que al hacerlo mostramos «que somos peregrinos en la tierra, que estamos saliendo por los caminos de los hombres cogiendo de la mano y acercándonos dulcemente a todos, sin excluir a nadie y bendiciendo a quienes nos miran sin comprender nada, porque es un movimiento que lleva consigo lo santo».
«Salimos a la calle, haciendo memoria de todo el camino que el Señor ha hecho en medio de nosotros. […] salimos con la certeza alegre de que camina a nuestro lado. La procesión del Corpus Christi es memoria viva de una Iglesia que está en camino […]. Caminamos juntos con el corazón rebosante de alegría, sintiéndonos Pueblo fiel de Dios, vinculados a todos los hombres, atentos a sus necesidades, llenos de proyectos creativos y sabiendo de la fecundidad de una vida en amistad con Jesucristo para el bien personal, de la familia y de nuestro pueblo», añade, para luego invitar a todos a sumarse a las celebraciones.
A continuación se podrán visualizar algunas imágenes de la procesión y de la participación de los Heraldos en la misma.
¿Cuál es la intención del Sr. Andrea Tornielli al atacar a los Heraldos del Evangelio? ¿Crear un cisma en la Iglesia?
viernes, 16 de junio de 2017San Pablo (Viernes, 16-06-2017, Gaudium Press) Quien lee los artículos y libros del prestigioso vaticanista, Sr. Andrea Tornielli, puede recrearse pensando en la pintoresca imagen de un camaleón. Y es que sus publicaciones denotan una astuta capacidad para adaptarse al entorno en el que se encuentra y llevar a cabo sus actividades: supo sonreírle a Juan Pablo II, acariciar el pontificado de Benedicto XVI y, al mismo tiempo, ir poniéndolo discretamente de lado, cuando ya andaba cogido de la mano de Francisco…
Recientemente, el señor Tornielli ha publicado un polémico artículo en el blog Vatican Insider, del diario La Stampa: «La doctrina secreta de los «Heraldos»: «Plinio Correa incentiva la muerte del Papa»». Teniendo en cuenta el conocido carácter camaleónico del articulista, surgen dos preguntas en relación con esta publicación: ¿qué es lo que pretende? ¿Para qué ambiente está ya anticipando una nueva adaptación?
Es interesante notar que el autor resucita, en el artículo mencionado, denuncias antiguas, muy antiguas, contra el profesor Plinio Corrêa de Oliveira, sobre la veneración que muchos le tenían en vida, y la devoción privada a su madre, Dña. Lucilia. Ahora, Mons. João Scognamiglio Clá Dias, fundador de los Heraldos del Evangelio, es el blanco de los mismos ataques. Son acusaciones ya obsoletas, que fueron todas ellas contestadas y debidamente refutadas según los dictámenes de la más estricta doctrina católica.
Timeo hominem unius libri. Esto es precisamente lo que los lectores de la prensa católica pueden concluir actualmente viendo el grado de conocimiento que tiene el Sr. Tornielli del tema que trata en su artículo: temo al hombre de un solo libro. Y esto no queda nada bien para un articulista de su porte… Vamos a ver por qué.
En primer lugar, podríamos sugerirle al Sr. Tornielli que volviera un poco al pasado de la institución que con tanta vehemencia ataca, y prestase algo de atención en una obra publicada en 1985 –Servitudo ex Caritate– con el parecer del eminente teólogo P. Victorino Rodríguez y Rodríguez, OP. En este trabajo, que nunca fue refutado, el asunto de la Sagrada Esclavitud a Jesús por las manos de María, así como el de los vínculos espirituales entre el Prof. Plinio y sus discípulos -tema que menciona en su artículo-, fueron completamente aclarados para el pasado, para el presente y para el futuro.
¿Y por qué no leer también el libro Doña Lucilia, de 1995, que contiene un elogioso prólogo del P. Antonio Royo Marín, OP, y ha sido reeditado en colaboración con la Libreria Editrice Vaticana en 2013, también en italiano? Su lectura habría sido suficiente para entender que los fundamentos de la devoción a esta gran dama brasileña se basan en su vida, de una virtud impecable, y en la costumbre doblemente milenaria de la Santa Iglesia. Permita que le digamos, Sr. Tornielli, que puede serle conveniente una revisión de sus apuntes de cuando estudió el catecismo, puesto que antes incluso de que alguien sea canonizado, la Santa Madre Iglesia pide que sea reconocida su fama de santidad.
¿Y sobre la devoción al Dr. Plinio? Si al Sr. Tornielli le interesan datos más actualizados, le invitamos a que haga un estudio serio de una obra muy reciente, de 2016, publicada en cinco volúmenes, también por la Libreria Editrice Vaticana, con más de cien mil colecciones impresas, cuyo título es El don de la sabiduría en la mente, vida y obra de Plinio Corrêa de Oliveira. En ese trabajo está detallada la historia del origen, y la fundamentación teológica del tema, que en su artículo trata de manera tan tendenciosa.
Es verdad, sin embargo, que ante el Sr. Tornielli apareció de repente, una inusitada y gran novedad: un vídeo privado, divulgado fuera de contexto y superado por el tiempo, puesto que es de hace un año y medio. Aunque el uso del vídeo está restringido a la institución, fue obtenido ilegalmente por un hombre exaltado en su aversión a la TFP y los Heraldos -siendo él mismo un exmiembro de la TFP-, casado con una señora que es exmiembro del Opus Dei, y que ambos dedican buena parte de su tiempo a atacar a las entidades a las que pertenecían. Y a esta fuente acudió el influyente Sr. Tornielli para buscar su imparcial información…
Se trata del registro de una reunión privada de clérigos, que no implicó en cambio alguno de orientación en los Heraldos del Evangelio, ya sea en su relación con la Sagrada Jerarquía y la sociedad civil, ya sea en su labor con la inmensa cantidad de seguidores del movimiento. El objetivo de la reunión registrada fue simplemente el intercambio de impresiones sobre ciertos fenómenos preternaturales, en un ambiente familiar ameno y distendido. A pesar de ello, unas manos criminales, todavía desconocidas, decidieron maliciosa e inconsecuentemente dar a conocer su contenido a un público que, en su gran mayoría, no tiene conocimientos teológicos suficientes para formarse un juicio adecuado sobre su contenido. No fue difícil, por tanto, crear confusión en sus mentes. Por otra parte, a esas mismas manos no les interesó, por supuesto, divulgar las conclusiones de estos análisis.
Pero ¿por qué el Sr. Tornielli no buscó a los Heraldos para aclarar el asunto? Bien podríamos decir: timeo hominem unius factionis, temo al hombre de las medias verdades, al hombre parcial, al que no sabe y no quiere oír ambas partes.
¿Estará actuando el Sr. Andrea Tornielli solo? No lo sabemos…
Pero podemos afirmar, analizando el artículo del renombrado vaticanista y las circunstancias mencionadas, que está contribuyendo ciegamente a la destrucción de la tan soñada unidad que los Padres del Concilio Vaticano II quisieron llevar a cabo y que tres grandes hombres concretizaron: san Juan Pablo II, Benedicto XVI y Mons. João Clá. Aquí está una manera de arrasar con la doctrina de un Concilio Ecuménico y con la dedicada labor de dos papas -uno de ellos todavía vivo entre nosotros- y un fundador, con quien, según un prefecto de la Congregación para los Religiosos, el cardenal Franc Rodé, ¡la Iglesia está en deuda!
Cui prodest? ¿Quién se beneficia de esta actitud? Ciertamente el mundo católico está desconcertado: esta vez, el tono que muestra el camaleón es tan surrealista, que, hechas las debidas ponderaciones, sigue levantando preguntas en relación con sus diferentes y nuevos tintes:
– ¿A quién representa el Sr. Andrea Tornielli?
– ¿Tiene la intención de causar un cisma en la Iglesia?
– ¿Con qué objetivo?
Por último, aclaradas las falsedades y distorsiones, le hacemos una invitación a que vuelva a un periodismo culto, serio y ético. Los Heraldos del Evangelio consagran a San José, patrono de la Iglesia, su propia defensa, con la certeza de que no van a ser desamparados por el padre virginal de Jesús y esposo castísimo de María. Sin perjuicio de los propios derechos, están dispuestos siempre a acoger con benevolencia la retractación de los calumniadores y a perdonarlos sinceramente, pues no guardan ningún resentimiento.
Heraldos del Evangelio
TERCIARIAS Y ORDEN II DE GUATEMALA VISITANDO COLEGIOS
domingo, 3 de noviembre de 2013Noticias que nos llegan de nuestros hermanos Heraldos de Guatemala:
El lunes 23 de septiembre de 2013, la comisión de visitas de hospitales constituida de terciarios, en compañía de la Orden Segunda, visitó la «Villa de las Niñas», escuela femenina regentada por la Congregación de las «Hijas de María», de origen coreano.
Todo el colegio en formación esperaba la llegada de nuestra Señora en completo orden y recogimiento. Las niñas acompañaron a la Virgen en procesión, cantando y en impecable orden. La Madre Superiora de la congregación coronó a la Virgen y se les narro una historia sobre el Rosario como introducción al rezo de Santísimo Rosario y se les hizo entrega de estampas con la imagen de La Virgen de Fátima, como recuerdo de la visita. Se tomaron fotos y las representantes de cada grupo saludaron a la Virgen en nombre de todas.
Normalmente se visita ese colegio una vez al año. Para el próximo pidieron que el Pe. Javier Pérez, EP les celebre la Misa.
La Congregación Religiosa «Hermanas de María, fue fundada por Monseñor Aloysius Schwartz en 1964. Las Hermanas de María establecen Villas para niñas y niños, las cuales funcionan como Escuela-Hogar para huérfanos, abandonados e hijos de familias muy pobres.
Por invitación de las autoridades gubernamentales y eclesiásticas, las Hermanas de María iniciaron la Villa de los Niños en Guatemala en 1998.
Los alumnos permanecen internos, recibiendo alimentación, albergue, vestido, servicios médicos y dentales y una educación académica y técnica de alta calidad totalmente gratuita.
La Villa de los Niños de la Ciudad de Guatemala es la primera en Centroamérica y la octava en el mundo. Cuenta con instalaciones y personal docente altamente calificado, para obtener la excelencia en el ámbito académico y técnico. Aparte de la educación académica, se les enseña el valor del trabajo duro, la autodisciplina, la honradez y diferentes valores morales y espirituales, para que puedan alcanzar un mejor nivel de vida y superarse en beneficio propio, de su familia y del país.
Actualmente las Hermanas de María atienden en la Villa de los Niños de la zona 13 de la capital a 900 niñas en el ciclo básico y diversificado, quienes provienen de todos los departamentos de la República de Guatemala.
Virgen de Fátima visita San Martín Jilotepeque, Guatemala.
sábado, 26 de octubre de 2013EN LA ALDEA DE SAN MARTÍN DE JILOTEPEQUE, EN GUATEMALA, HUBO UN TERRIBLE ACCIDENTE DE TRÁFICO CON MUCHOS FALLECIDOS. LOS HERALDOS FUERON LLAMADOS A ESTAR PRESENTES CON LA IMAGEN DE FÁTIMA PEREGRINA
A pesar del largo tramo de la procesión, las personas se mostraban fuertes y perseverantes, trataban de cargar la imagen de Nuestra Señora, una y otra vez!…
Se recorrió parte del pueblo hasta llegar a la Parroquia. El Padre Javier Pérez Beltrán, EP (Heraldo del Evangelio) estuvo hablando con una de las victimas sobrevivientes, a quien expresó palabras de aliento, conformidad, fe y esperanza, invitándola a rezar para obtener la salud física, emocional y espiritual.
Al llegar a la Iglesia, la Virgen fue recibida de manera muy solemne y respetuosa. La cantidad de personas sobrepasaba la capacidad de la Iglesia, por lo que muchos se quedaron fuera, escuchando a través de un equipo el sonido durante el evento…
El Padre Delfino dio la bendición y agradecimiento a todos los participantes y colaboradores, exhortando a la reflexión y a guardar nuestras almas en gracia de Dios.
Familiares de algunas de las victimas fallecidas, se acercaron al Padre Javier para agradecer las gracias recibidas por la Imagen de Nuestra Madre Santísima y la participación de los Heraldos del Evangelio en el acto.
Probablemente usted sentirá que fue invadido por una cantidad de información e imágenes, pero era difícil no compartir la bendición y la gracia recibidas en ésta actividad, además, que era importante hacerle ver, que sus oraciones nos acompañaron en todo momento y por lo tanto, usted también participo de ella!…
Gracias…
Homenaje y Consagracion a Nuestra Señora en Buque de la Armada peruana
sábado, 26 de octubre de 2013A las 10:00 de la mañana del pasado 23 de octubre, llegaba a la Base Naval, en el Puerto del Callao, Lima, Perú, la Imagen Peregrina de Nuestra Señora de Fátima.
El Comandante del B.A.P. De los Heros, Capitán de Fragata Mario Miguel Alor Hurtado, había organizado en su Unidad de Combate un homenaje a Nuestra Señora e iba a realizar la Consagración del Navío a la Santísima Virgen María.
Con la oficialidad y tripulación en uniforme de gala esperaban en formación “Puesto de Honores” la llegada de la Imagen y de la comitiva de Heraldos del Evangelio que la acompañaban.
Al entrar en el Buque, bajo la “Marcha Escuadra Peruana”, sonaron los toques de silbato de honor, la Campana del Navió replicó y el Señor Comandante le presto honras y todos los marinos la saludaron.
Acto seguido la Imagen se dirigió a la Cubierta de Popa donde se había instalado un Altar para colocarla. Nuestra Señora vestia el manto donado por la Armada Peruana en ceremonia realizada en la Escuela Naval, hace diez años.
Toda la tripulación, con la oficialidad al frente, formaron delante de la Imagen, y al toque de las trompetas el Señor Comandante coronó a la Imagen de la Virgen, siendo colocado el Santo Rosario en sus manos por el segundo oficial de mando.
Toda la tripulación le presto honras.
Acto seguido, el heraldo José de la Riva Agüero explicó el acto que se iba a realizar, su significado e importancia.
El Comandante del B.A.P De los Heros (Buque de la Armada Peruana), Capitán de Fragata Señor Mario Miguel Alor Hurtado, leyó la oración de Consagración del Navío a la Santísima Virgen María, haciendo un pedido para que sea su protectora y guía, hasta llegar al Puerto seguro de la salvación de toda la tripulación.
A continuación procedió a condecorar la Imagen de la Virgen de Fátima con la Medalla en Oro del Buque.
Tras las honras de rigor, el sacerdote presente, Padre José Luis de Zayas, EP, recibió en nombre de la Iglesia y aceptó la Consagración y el Homenaje que acababan de ser realizados, y pidió a la Madre de Dios que fuese siempre la protectora de esos hijos suyos que querían, sea en la paz o en el combate, permanecer fieles a la Iglesia y al amor de Dios y de su Madre Santísima.
Terminada la Ceremonia, el Comandante dispuso que cada uno de los miembros de la tripulación ocupasen sus puestos para prestar los homenajes a la Virgen que recorrería en navío, comenzando por la Cubierta de Maniobra de Proa, a cargo del Departamento de Armamento y Logística. Posteriormente se fue al Puente de Comando, a cargo del Departamento de Operaciones; terminando en el Puente Alto, a cargo del Departamento de Ingeniería. En cada uno de estos tres lugares se rezó y se pidió la especial protección, para las almas y los cuerpos, de los encargados de esos sectores.
La Imagen entró en el Camarote del Comandante, donde fueron rezadas varias oraciones. En este lugar el Comandante pasa sus horas de meditación y trabajo, cuando no está en el Puente de Comando.
El segundo Comandante, Capitán de Corbeta Carlo Percy Noboa Portocarrero, ofreció en la Cámara de Oficiales a los acompañantes de la Imagen un refrigerio. Terminó la visita con la Firma en el Libro de Oro del Buque de la Armada Peruana De los Heros. El sacerdote, en nombre de todos los Heraldos del Evangelio, colocó unas emotivas palabras para “eterna Memoria”, que fueron leidas por el Comandante a todos los oficiales.
La despedida de la Imagen se realizó en la Cubierta de Popa con la Bendición a toda la tripulación. En sus Puestos de Honores dieron el adios a Virgen de Fátima y a los Heraldos del Evangelio que la acompañaban.
Hubo honores con el Silbato y replicó la Campana de la Corbeta. Sonaba nuevamente la “Marcha de la Armada Peruana”, y la Imagen Peregrina se retiró del Muelle naval de la Base del Callao.